La aventura ecológica

La búsqueda de la aventura ecológica lo ha marcado todo desde nuestros inicios  

¡Hola! Somos Casa Grande de Xanceda

 

Somos una granja familiar  ecológica en Galicia donde cuidamos de más de 300 vacas. Con su leche elaboramos productos lácteos ¡muUuy ricos y sanos! Tenemos 200 hectáreas de prados y bosques autóctonos  donde nuestras vacas pasean y pacen libremente todos los días. Nuestras vacas no son unas vacas cualquiera porque... ¡¡son vacas ecológicas!!


Antes de explicarte lo que es la agricultura ecológica, déjanos que te contemos cómo hemos llegado a embarcanos en esta aventura de vacas felices.
 

¡Comienza la aventura!

 
En los años 60 Felipe y Victoria Fdez-Armesto, grandes amantes de las vacas felices, le dieron vida a Casa Grande de Xanceda. Trajeron desde Canadá a 20 vacas frisonas para dedicarse a su gran pasión.

Aunque en esa época no existía la agricultura ecológica oficialmente certificada, desde el principio evitaron el uso de pesticidas, herbicidas y otros productos químicos por convencimiento de que había una forma más responsable y respetuosa de producir lácteos,¡y que razón tenían!

Con esta visión la granja fue creciendo, y con el cambio generacional en 2002, ya había alcanzado su tamaño actual.

Nuestro nombre se debe a una casona del siglo XVIII situada en los terrenos de nuestra granja, y en la que actualmente tenemos nuestras oficinas, una pequeña ecotienda y nuestra ecococina, donde nos juntamos todo el equipo a tomar café con leche (¡ecológica, por supuesto!).
 

¡La aventura ecológica!

 
En el año 2002 decidimos certificar oficialmente como ecológica nuestra ganadería. Fuimos una de las primeras ganaderías lácteas en convertirse en ecológica, y en la actualidad somos los segundos mayores productores ecológicos de España.

¿Queréis saber qué producimos? ¡Echad un vistazo a nuestro catálogo de productos ecológicos! Todos tienen dos cosas en común: nuestra leche ecológica, ¡y lo buenísimos que están!

Os hablábamos de la certificación, y para que no os suene a chino, deciros que implica una serie de prácticas que seguimos a rajatabla, a saber:
 

1. Las vacas no deben comer ningún tipo de alimento que haya sido tratado con herbicidas, pesticidas o insecticidas. Por lo tanto, en nuestros prados, destinados al pastoreo de las vacas y a la cosecha de su alimentación, estos productos químicos están prohibidos.

 

2. Los abonos químicos también están prohibidos. Usamos sólo el compostaje generado por las propias vacas para fertilizar los prados.

 

3. Las vacas deben vivir al aire libre y alimentarse sobre todo con el pastoreo.

 

4. Por cada dos vacas es necesario tener un mínimo de una hectárea de prado.

 

5. Respetamos los ciclos naturales de las vacas sin alterarlos artificialmente. Y velamos por el bienestar de su salud, trabajando en la prevención, de esta forma conseguimos que nuestras vacas gozen de muUuy buena salud y apenas enfermen.


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